-Dra. Tengo mucha tos, sobre todo por la noche, no me funciona ni lo de la cebolla (¿?), y arranco muy sucio.
-Vamos a ver. Se me siente que lo auscultaré.
El abuelo ni corto ni perezoso, da la vuelta a la mesa, se va acercando a ritmo lento y ante mi sorpresa... se me sienta en la falda.
¿Que hacer en estos casos? No hay para esto, manual ni mini-guía que te oriente, yo simplemente, lo ausculté. No recuerdo haber escuchado nada con el fonendo último modelo, tan solo quería acabar con la visita y que el abuelo saliera por la puerta, no fuera que entrara la enfermera en mi consulta y pensara cualquier cosa extraña.
Nunca jamás, he utilizado la silaba “me”, la he volatilizado del lenguaje laboral, ahora simplemente digo: Se sienta por favor y con el dedo índce señalo la silla correspondiente. Por si las moscas.
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