miércoles, 2 de enero de 2008

Enfermedades foráneas

- Hola, ¿Qué tal está?
- Muy mal doctora. Muy mal. Vengo, porque este lumbago asiático no me deja vivir, y ya no sé que tomarme.

Después de cuarenta visitas, no pude evitar el punto irónico, reconozco que esto no es educación sanitaria, pero es que los médicos somos humanos, aunque hagamos visitas en cinco minutos.

- Pues sabe que le digo, que tiene mucha suerte, pues si le llega a coger el lumbago europeo, ese sí que duele.

La señora se fue consolada del ambulatorio. Pensando seguramente que no tenía derecho a quejarse. Me quedé riendo por lo bajini, aunque en el fondo, me susurraba ese Pepito grillo que todos tenemos al lado: Has sido muy mala.

(Cosas de la sobrecarga asistencial)

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